Breve repaso por uno de los modelos más populares en el tema de las adicciones, el cual es utilizado en la mayoría de los países de manera empírica.
Narcóticos Anónimos
Las adicciones han estado presentes en la sociedad desde hace cientos de años, ya que el consumo de drogas existe desde tiempos antiguos. Con el crecimiento de las sociedades en los países también se ha evidenciado un aumento considerable de consumo problemático de alcohol y otras drogas ilícitas, las cuales producen un deterioro orgánico, psicológico, laboral y sobre todo social.
En 1911 nace en Escocia James Patrick Kinnon, quien desde niño observó los problemas de algunas personas con alcoholismo y se interesó en el tema de las adicciones, aunque posteriormente también tendría problemas con la bebida e ingresó a un programa AA. En 1953, ya radicado en Estados Unidos, decidiría fundar el programa Narcotics Anonymous (NA) el cual se centraba más en los problemas mentales causados por la sustancia consumida que en los síntomas. A partir de entonces se formó una confraternidad sin fines de lucro centrada no sólo en la resolución de los conflictos sino también en cambiar estilos de vida y brindar apoyo a sus integrantes; el modelo NA tomaría mucha popularidad y se extendería a lo largo de otros territorios.
El programa de los 12 pasos
El modelo N.A. establece su tratamiento en base al modelo de los 12 pasos, el cual es un compendio de ideas que establecieron personas con experiencia en el consumo de drogas y sirve como base para que los miembros apliquen a su estilo de vida.
- Admitimos que éramos impotentes ante nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable.
- Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podía devolvernos el sano juicio.
- Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como lo concebimos.
- Sin miedo hicimos un detallado inventario moral de nosotros mismos.
- Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras faltas.
- Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
- Humildemente le pedimos que nos quitase nuestros defectos.
- Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos dispuestos a enmendarlo.
- Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fuera posible, excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellas o a otras.
- Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos rápidamente.
- Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como lo concebimos, pidiéndole solamente conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla.
- Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los adictos y de practicar estos principios en todos los aspectos de nuestra vida.
Sala de reuniones de N.A. |
Herramientas adicionales
La principal herramienta utilizada en el modelo de Narcóticos Anónimos es el de las reuniones de grupo semanales, donde los miembros expresan sus emociones y vivencias, ofreciendo un medio de desahogo y testimonio acerca de la enfermedad y como afecta su vida diaria. Existen reuniones abiertas a todo público y cerradas, en las cuales participan los miembros identificados con la confraternidad.
En este modelo también existe la herramienta llamada "Solo por hoy" la cual es un texto de vivencias y meditaciones que sirven de guía para las personas que acuden a las reuniones.
Los grupos suelen tener una organización y jerarquías dentro de estos, con un director y personas que realizan seguimiento a los participantes más recientes, a los cuales se conoce como "padrinos".
Validez científica
Teniendo en cuenta que el programa N.A. se basa en experiencias de sus miembros originales, no está dirigida por profesionales de la salud y que este modelo se construyó hace más de 70 años, el mismo carece de validez científica, sirviendo más bien como un complemento espiritual en la recuperación de adicciones.
Actualmente nos encontramos con centros de tratamientos de adicciones que ofrecen modalidades residenciales de tratamiento (clínicas) los cuales utilizan únicamente el modelo NA como herramienta de uso diario, sin intervención de profesionales de la salud, lo cual representa un riesgo para los usuarios, quienes necesitan una intervención integral en salud (médica, psicológica, social), dando pie a la proliferación de clínicas clandestinas donde se ejerce un tipo de tratamiento inadecuado que atenta contra los derechos humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a las adicciones como enfermedades mentales y del comportamiento, para lo cual establece un modelo de atención integral de salud tanto en el sector público como privado, estableciendo estrategias multidisciplinarias para la promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación y seguimiento de casos.
En conclusión, los modelos AA y NA son enfoques espirituales de trabajo complementarios para las personas que desean cambiar el estilo de vida de consumo de drogas por uno más saludable. No son modelos pertenecientes al sector de la salud, por lo tanto no se deben confundir como tales.
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