En esta ocasión revisaremos superficialmente los efectos que las drogas ocasionan en el cerebro de las personas que las consumen.
El cerebro del adicto
Ya hemos revisado algunos mitos y verdades con respecto a la adicción. También hemos conocido algunas de las drogas más comunes, así como la diferencia entre drogas y adicciones. En esta ocasión vamos a tratar de explicar de la manera más sencilla y didáctica posible, lo que ocurre en nuestro cerebro cuando se consume una droga y cómo se desarrolla la adicción.
El cerebro es un órgano bastante complejo, que se encarga de la gestión de todo nuestro cuerpo. Este órgano está constituido por una serie de áreas y secciones encargadas de controlar distintas funciones. Las células principales del cerebro se denominan neuronas y están "unidas" entre sí a manera de conexiones eléctricas para transmitir información a las distintas áreas, según la función necesaria.
Para que las neuronas puedan "unirse" y transmitir la información estas poseen terminaciones y receptores, por donde se envían las sustancias químicas, a las que llamamos neurotransmisores. Existen neurotransmisores encargados de modificar estados de ánimo, deseos, necesidades. Algunos de estas sustancias son la dopamina, serotonina, oxitocina, entre otras. Es aquí donde las drogas suelen producir cambios, según la composición de la misma, llegando a producir euforia, somnolencia, relajación, etc.
El circuito de recompensa
Entendemos al circuito de recompensa, como el conjunto de áreas del cerebro que interactúan para producir sensaciones placenteras asociadas con el comportamiento que estamos realizando. Estas áreas incluyen el núcleo accumbens, el hipocampo, la amígdala, el tálamo y la corteza prefrontal.
Como habíamos mencionado antes, las neuronas se comunican entre sí y en sus conexiones se involucran los neurotransmisores, según la actividad que estemos realizando. Sustancias como la dopamina se encargan de dar una sensación de placer o satisfacción cuando una tarea se ha completado con éxito, registrando en el cerebro la necesidad de hacer esto de nuevo.
Tomemos como ejemplo la comida: Si una persona está acostumbrada a comer una comida normal (arroz, vegetales, etc.) durante algún tiempo, esta genera un proceso normal en el circuito de recompensas, dando la necesidad de comer de nuevo. Pero un día comemos algo nuevo y diferente que nos ha gustado mucho más (Ej. una hamburguesa) nuestras neuronas habrán producido más dopamina y el cerebro registrará a esa comida como más placentera que las cotidianas, quedando ese deseo de volver a comerla en el futuro y siendo de nuestra predilección.
De manera natural el cerebro ha establecido prioridades y la producción de dopamina se ha dado de una manera mesurada. Sin embargo, cuando se trata de drogas, estas hacen que las neuronas produzcan neurotransmisores en cantidades exageradas, dando un registro anormal al cerebro y estableciendo un estándar de placer demasiado alto y dando como resultado que ahora esa droga sea la máxima prioridad para la persona que ha consumido. Es en este momento en el que se desarrolla la adicción.
El problema con la adicción a las drogas es que esta configuración en el cerebro se mantiene y la información almacenada no se elimina; por lo tanto, la persona aunque se desintoxique físicamente, mantendrá la idea de consumir, debido a que esa droga que consumió se convirtió en una prioridad en su vida. De aquí los problemas asociados con el consumo: bajo rendimiento laboral, deserción en los estudios, pérdida de peso, problemas de pareja, necesidad intensa de conseguir más droga, actividades ilícitas, etc.
La prioridad establecida es tan grande que ni la comida, ni el sexo, ni los amigos, ni el entretenimiento, ni el deporte podrán suplantarla; esto debido a que la droga actuó de una manera anormal en el cerebro y las cantidades enormes de dopamina que segregó no fueron naturales, como las otras actividades saludables que mencionamos.
Los medicamentos psicotrópicos pueden regular la producción de neurotransmisores en el cerebro, pero el hábito de consumir la droga se mantiene debido a que la información registrada no se ha eliminado; esto se comprueba en las recaídas, donde la persona a pesar de haber pasado poco o mucho tiempo en abstinencia, vuelve a consumir ante alguna situación específica (rupturas amorosas, duelos, estrés, diversión, etc.). En otras palabras, se ha producido un cambio en el cerebro y ahora es casi imposible cambiarlo.
Al día de hoy existen algunos métodos experimentales para tratar las adicciones, pero los más frecuentes, debido a los buenos resultados obtenidos, son la farmacología junto a la psicoterapia (individual y grupal), además de la terapia ocupacional y el apoyo familiar. En cuanto a las actividades saludables que mencionamos líneas atrás, estas por separado no podrán jamás alcanzar o superar el placer que dejó registrada la droga en el cerebro, pero la realización de algunas de estas en conjunto sí podrían hacerlo; de ahí la importancia de mantenerse activo en la recuepración.
Referencias
https://www.llaurantlallum.com/informacion-adicciones/circuito-de-recompensa-como-influye-en-la-adiccion
https://www.adictalia.es/noticias/el-circuito-de-recompensa/
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